lunes, 17 de mayo de 2010

ACTOS LINGUISTICOS

La concepción tradicional del lenguaje implica la descripción del mundo existente, pero en la actualidad y a partir de estudios modernos se concluye que el lenguaje es acción.

El hombre siempre realiza afirmaciones, negaciones, juicios, declaraciones, promesas, juramentos, etc. Los actos lingüisticos se convierten en compromiso. Por ejemplo: cuando una persona afirma algo, se compromete a aportar evidencia para demostrar la veracidad de su afirmación, cuando se realiza una declaración, el compromiso consiste en actuar según la nueva realidad.

Por otra parte, es importante señalar algunas notas que reflejan generalizaciones que forman parte del mundo del metamodelo del lenguaje que desinforma. Por ejemplo, una generalización muy común puede ser una afirmación universal como “Yo nunca me equivoco” o frases limitantes como “tengo que hacerlo”. Éstas frases, llevadas a un contexto social pueden condicionar la forma de vida del ciudadano.

Supongamos que en el día de hoy, a las 07:30 hrs. se produjo un robo muy importante, esta noticia circulará durante todo el día en los diversos medios de comunicación, en la radio, televisión, internet, etc. Al final del día probablemente sintamos que se han producido al menos diez de esos robos últimamente y probablemente caigamos en una generalización, si no es que acaso un medio de comunicación ya ha incurrido previamente en esa generalización, titulando: “La delincuencia azota a la ciudad”.

Asimismo, es más que relevante señalar algunas omisiones en las cuales incurren los medios y los ciudadanos. Las generalizaciones implican también omisiones que no identifican sujetos en forma precisa, se señalan contextos no especificados o se hacen comparaciones incompletas.

Por ejemplo: en el diario “La Nación” del día 17 de mayo de 2010 en la versión digital, el periodista Joaquín Morales Solá escribe una nota titulada “Bajo el imperio de los violentos”. Es importante destacar que el lenguaje construye realidad, ya no se limita solamente a describirla, es decir que el uso de la palabra implica una responsabilidad enorme. La única forma de tratar de clarificar la distorsión de la representación sensorial que puede realizar otra persona es mediante preguntas desafiantes tales como: “¿de qué manera?”, “¿cómo lo sabes?”, “¿quién lo dice?”, etc.

A su vez, es curioso ver como en la actualidad se dejan comentarios virtuales en las notas digitales de los diarios, como por ejemplo: “...alguien tiene que hacer algo...”, ante lo cual podríamos preguntar: “¿Quién tiene que hacer algo?” o “¿Qué es “algo”?”...