domingo, 21 de septiembre de 2008

NADA TE QUEDA YA, SOLO LA REALIDAD

Una de las tantas genialidades de Luis Alberto Spinetta, músico que trasciende a la música, un artista que compone poesía y también la supera...

FIGURACIÓN

Figúrate que pierdes la cabeza
sales a la calle
sin embargo el mundo
sigue bajo el sol, todo bajo el sol
debajo del sol
Figurate que no eres mas un hombre
sales a la calle
sin embargo hay árboles
como hubo ayer, calles como ayer
luces como ayer
En la plaza todo te parece igual
tu ya no eres hombre pero llorarás
si vas a perder tu amor
alguien te ha dicho ya
aunque no eres real
vas a perder tu amor
Figurate que pierdes la cabeza
y aunque no lo creas
se te va la voz
como se fue tu piel
nada te queda ya
sólo la realidad
La realidad es caminar igual
tu ya no eres hombre pero llorarás
Si vas a perder tu amor
alguien te ha dicho ya
aunque no eres real
vas a perder tu amor
Figurate que has vuelto a ser el mismo
nada te contenta
a partir del alba
te verás caer, ya sin figurar
te verás caer.

ALMENDRA
(L.A. Spinetta, 1969)

domingo, 14 de septiembre de 2008

EL FLAGELO DE LA HISTORIA

Según Friedrich Nietzsche, en su “Segunda consideración intempestiva”, “existe un grado de insomnio, del rumiar y del sentido histórico que atenta contra lo vivo y lo conduce a la perdición, con indiferencia de si se trata de un ser humano, un pueblo o una cultura”.-

“Para poder determinar ese grado y, con él, el límite a partir del cual lo pasado debe ser olvidado para no convertirse en el enterrador de lo presente, sería necesario conocer la fuerza plástica de cada humano, cada pueblo y cada cultura. Me refiero a aquella fuerza de crecer de sí mismo y de manera propia, de transformar lo pasado y lo desconocido y de incorporarlo de sanar las heridas, recuperar lo perdido y recomponer desde si mismo las formas quebrantadas. Hay hombre que carecen hasta tal punto de esta fuerza que se desangran irremediablemente a causa de un pequeño rasguño, de una sola experiencia, de un solo dolor y, a menudo, de una sola e ínfima injusticia. ”

Fiel a su estilo confrontativo, Nietzsche señala que el olvido tiene una función importantísima, es fundamental para que el pasado no destruya al presente.- La vitalidad de la cultura puede ser interrumpida e incluso acabada por los fantasmas del pasado.- Constantemente, en la obra de referencia, señala el filósofo alemán que los fanáticos de la “Historia Monumental” hacen que “los muertos entierren a los vivos”.-

Según el autor, se puede distinguir a éste tipo de historiadores cada vez que exacerban el pasado, reviviendo hechos constantes que asesinan al presente de la sociedad e impiden el desarrollo de la cultura.- Por otra parte, identifica otra corriente historicista, que es la de aquellos “momificadores” de la historia, los cuales enaltecer todo hecho histórico pasado y viven con una constante nostalgia, a ellos, los llama anticuarios.- Frente a estas dos corrientes historicistas, corresponde adoptar un historicismo crítico que de alguna manera disuelva y quiebre el pasado para poder volver a vivir.-

“…Este proceso es siempre peligroso, especialmente peligroso para la vida misma, y los hombres y los tiempos que sirven de esta forma a ella, juzgando y aniquilando el pasado, son siempre hombres y tiempos peligrosos y a la vez peligrados. Siendo el resultado de las generaciones que nos precedieron, somos también el resultado de sus aberraciones, pasiones y falacias y hasta de sus delitos. No es posible librarse por completo de esta cadena. A pesar de que condenemos esas aberraciones y nos consideremos librados de ellas, no dejaremos de ser sus herederos. En el mejor de los casos lograremos establecer un antagonismo entre la naturaleza hereditaria que proviene de nuestros ancestros y nuestro conocimiento… He aquí un intento de apoderarse a posteriori de un pasado del que se quisiera provenir, refutando así a aquel de que realmente se proviene. Este intento es siempre riesgoso, debido a la dificultad de determinar el límite sano de la negación del pasado… ”

Miremos hacia el futuro y superemos el pasado...

LA DEMOCRACIA Y LA FE

Afirmó Jacques Maritain que, “hay una cosa que Europa conoce bien, que la conoce demasiado bien; es la significación trágica de la vida. Después de mil años de dolores está satisfecha de saber un poco lo que es el hombre y a qué precio se cumple el mínimo progreso. La experiencia que ha conquistado así, es un tesoro de lágrimas. Le hizo correr un terrible peligro de que también hizo con sus dirigentes de anteguerra y que hace en la actualidad con su lepra de colaboracionistas, le dio la prueba de que el escepticismo sería su sepulturero. Si tiene el sentido trágico de la vida, tiene también el sentido del heroísmo y sabe que sólo el heroísmo sobrepasa a la tragedia. ”

Es menester recalcar que este paso al frente, como señala el tomista, no se da sin ningún sobresalto.- Para afrontar el futuro, hace falta heroísmo, no para concluir bien la tragedia, sino para llevar adelante una aventura que consiste en una revolución de la cultura.-

“Hay una cosa que América sabe bien y que enseña como un grande y preciosa lección a los que toman contacto con su sorprendente aventura: es el valor y la dignidad del hombre de la humanidad común, el valor y la dignidad del pueblo. ”

Para volver a poner sobre su carril a la sociedad moderna, hace falta un esfuerzo importante de los hombres que la componen.- Es necesario tener valor, para superar el pasado y para afrontar el presente, con miras hacia el futuro.-

Ya desde la antigüedad, el visionario pensador discípulo de Platón, reconoció a la democracia moderada, basada en una clase media instruida con equilibrio de poderes, como el sistema ideal para llevar a una sociedad a una vida digna y libre.-

Ni la dignidad ni la libertad se conseguirá sin educación.- La verdad nos hará libres, y se requiere de mucho valor y heroísmo para ser fiel a la verdad, ya que es un grado de compromiso importantísimo.-

Aquí es donde entra en juego la FE.- Para ser un héroe, se requiere un mínimo grado de fe y esperanza.- Sin un verdadero impulso espiritual, no se llega a ningún lado.-