lunes, 30 de junio de 2008

El sentido común es el menos común de los sentidos.-

En ciertas oportunidades, cuando los fanatismos surgen como reacción automática a ciertas situaciones de presión o de puja de poder entre distintos sectores, aparecen los conflictos sociales y las situaciones de crisis.

Lamentablemente, por experiencia propia y contacto cotidiano con la realidad circundante, los argentinos conocemos bastante de esos antagonismos. Y ejemplos de éstos, hay en abundancia: en la actualidad política nacional tenemos al campo vs. el gobierno; en la tradicional división política correspondiente a la más reciente historia mundial tenemos a la izquierda vs. la derecha; en clara contraposición histórica nacional existen los radicales vs. los peronistas, entre otros.

Lo que quisiera proponerle al lector que quizá se arrogue un pensamiento ideológico en particular, es lo siguiente: sincerémonos. La verdad es que la “ideología” ya no existe. Lo cierto, es que el capitalismo, disfrazado de distintas formas (según el lugar del mundo que ocupe) ha dominado la tierra desde principios de los noventa, y la izquierda ha dejado de existir como una propuesta seria y viable, ya hace varios años. Por otra parte, la derecha no es más que un pensamiento de cierto corte “tradicionalista” que pretende conservar unas relativas “buenas costumbres”, ya inaplicables en la sociedad contemporánea. Por otra parte, el campo y el gobierno no se disputan otra cosa más que dinero, realmente… ¿Está en juego un pensamiento de redistribución de las riquezas? ¿Los productores rurales por su parte quieren verdaderamente el progreso de la Argentina en su totalidad? Asimismo, el peronismo (seamos francos) no existe como ideología concreta y común (¿o acaso es lo mismo Perón, Menem, Duhalde y Kirchner?), por otro lado, los radicales en estos últimos años han necesitado siempre el apoyo de otros sectores alternativos para poder gobernar.

¿Qué es lo que orienta y moviliza verdaderamente al hombre cuando se ubica dentro de una postura política en particular? El dinero… y su forma de manejarlo.

Mi propuesta es la siguiente: dejemos de lado esos prejuicios políticos de los cuales ya viene imbuida cierta clase dirigente, demos por terminada la dualidad de izquierda y de la derecha, del radicalismo y del peronismo, y busquemos otra salida.

A veces, las salidas y las soluciones se dan por la simple aplicación del sentido común, que siempre fue, en éste país, el menos común de los sentidos.

Según mi modesto entender, el sentido común no es más que la aplicación de un criterio prudente, siempre con la finalidad de llegar al bien común social.-

El sentido común, debiera ser el principio rector que moviliza a todo argentino, hay que pensar un poco por nuestra propia cuenta, desprenderse de prejuicios ideológicos y usar de una buena vez la sana crítica racional.

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